La operación de rejuntado tiene gran importancia para el resultado final del revestimiento cerámico, tanto desde el punto de vista técnico como estético. El rejuntado debe realizarse con materiales desarrollados específicamente para esta finalidad definidos y clasificados en la norma UNE EN 13888.
Para un correcto acabado del revestimiento cerámico, es necesario proceder a la limpieza final de la obra. De este modo se retiraran los restos de cemento, materiales de sellado de juntas y cualquier otro residuo. Para ello, se debe utilizar detergentes desincrustantes ligeramente ácidos.
Es conveniente impregnar la superficie con agua limpia previamente a cualquier tratamiento químico para evitar una posible absorción de los agentes utilizados por los materiales de rejuntado.
No deben utilizarse este tipo de productos en las baldosas recién instaladas ya que el ácido reacciona con los materiales de agarre y sellado de juntas no fraguados.